El compromiso asumido por Abel Martínez, el 16 de agosto del año 2016,cuando juró ante su pueblo como alcalde del Municipio de Santiago, enfrentó los retos que representaba el municipio, en materia de limpieza y orden movido por el amor de rescatar la ciudad y hoy la ha convertido un ejemplo de todo el país.
Desde el primer día, el nuevo incumbente del Ayuntamiento Santiago, dio señales claras de que el municipio se encaminaba a su transformación definitiva y hoy, a un año de su llegada a la administración municipal, Santiago ha cambiado, a decir de la gran mayoría, Santiago, es otro, lo dicen quienes viven aquí y quienes lo visitan.
El cambio que ha experimentado Santiago, en materia de limpieza, es sencillamente un logro que no registra precedentes en ninguna etapa de la vida del municipio, ya que mucho antes de cumplirse el primer año de la actual gestión, Santiago estaba limpio de punta a punta.
El cambio se ve en los parques, la gente ha vuelto a disfrutar con tranquilidad y sosiego, la familia regresó a sus espacios y los disfruta a plenitud, mientras nuestros cementerios lucen limpios, en orden, iluminados y seguros. Si hablamos de los mercados públicos, ellos nos han devuelto la confianza, están limpios, ordenados e higienizados.
Nuestras calles y avenidas lucen completamente asfaltadas, señalizadas e iluminadas y nos invitan a disfrutar libremente la acogedora ciudad corazón, durante el día y la noche, definitivamente el orden volvió a marcar el destino de nuestro municipio y el ciudadano ha entendido que Santiago, está por encima de cualquier interés particular, hoy respetamos las normas de vivir en una sociedad organizada, todos hemos entendido que sí se puede, que los espacios públicos pertenecen a toda la población.
Aun en medio de las adversidades, ante la realidad de carencias, nuestro municipio fue sorprendido por las inclemencias del tiempo, con treinta días de lluvias continuas, aunque recurriendo a ayudas de amigos empresarios, ante la falta de equipos y recursos, el alcalde estuvo allí, junto a aquellos que vieron perder lo poco que tenían y se mantuvo con ellos hasta que la normalidad fue recobrada.
Ante la inseguridad que vive gran parte del país, el alcalde Abel Martínez, se propuso crear una nueva y moderna Policía Municipal y junto a ella surge el Centro de Mando y Control Municipal y hoy Santiago, está monitoreado permanentemente, ahora la ciudad está vigilada las 24 horas y cada policía municipal se ha convertido en aliado de confianza de la población santiaguera.
En lo que tiene que ver con los servicios municipales que presta la institución, podemos enarbolar con orgullo la bandera de la total transparencia en los servicios que ofrecemos, el contribuyente acude a buscar sus servicios, recibe atenciones de calidad y paga lo que establece el tarifario, ya no existen los intermediarios.
Santiago es hoy el “Corazón Cultural de la Patria”, los más de 300 bellos murales han convertido la ciudad en un verdadero referente cultural en todo el país y ahora vamos camino a convertir el municipio, en la ciudad de los deportes, hemos rescatado y remozado decenas de canchas deportivas, varios sectores cuentan con modernos techados construidos por la actual gestión.
Para garantizar la salud de nuestra gente, Santiago es hoy el primer municipio del país en reciclar los desechos sólidos, 300 toneladas al día son procesadas en una de las más modernas plantas de todo el Caribe, muy pronto el Vertedero de Rafey, será historia y la ciudad estará completamente libre de contaminación.
La realidad que vivimos hoy, nos hace afirmar sin temor a equívocos, que ninguna ciudad en gran parte del mundo, de ser una de las más sucias, en apenas un 365 días se haya transformado en la más limpia y organizada del país.
Durante este primer año, ha estado presente la voluntad, el amor y la plena integración de todo un pueblo, Santiago avanza y Abel Martínez, es sin dudas un alcalde para grandes soluciones, aun con las limitaciones de recursos es mucho lo que se ha logrado en apenas un año y el orden ha vuelto a Santiago y con él renació el verdadero orgullo de ser santiaguero.
